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PARA relajarse

Las Casas de Huéspedes


Venga a disfrutar de una relajante estancia rodeado de la belleza de la naturaleza y su tranquilidad. En Quinta do Pinhal encontrará un ambiente sereno y acogedor perfecto para disfrutar de la calma de un ambiente sencillo y rural. Las casas de huéspedes, originalmente viviendas para trabajadores agrícolas, brindan el confort necesario para una estadía sin preocupaciones. Todas ellas cuentan con un espacio de cocina equipada para la preparación de comidas básicas y baño privado, incluyen toallas y ropa de cama y cuentan con TV y muebles de exterior que se pueden mover para disfrutar de las comidas en cualquier rincón del jardín. Nuestros huéspedes tienen acceso a la piscina, lavandería, dos parrillas al aire libre y estacionamiento gratuito.

Casa do Pastor

Casa tradicional y rústica con dos cuartos, cuarto de baño en suite com bañera e cocina.

Capacidad: máximo 4 personas


Camas: 1 cama matrimonial, 2 camas individuales


Precio: €90,00/noche

Casa do Guarda

Casa tradicional y rústica con dos cuartos, cuarto de baño en suite com bañera e cocina.

Capacidad: máximo 2 personas


Camas: 1 cama matrimonial


Precio: €58,00/noche

  • Alojamento local

Casa do Caseiro

Casa tradicional y rústica con dos cuartos, cuarto de baño en suite com bañera e cocina.

Capacidad: máximo 4 personas


Camas: 1 cama matrimonial, 2 camas individuales


Precio: €90,00/noche

Casa do Cocheiro

Casa tradicional y rústica con dos cuartos, cuarto de baño en suite com bañera e cocina.

Capacidad: máximo 2 personas


Camas: 1 cama matrimonial


Precio: €58,00/noche

Vamos voltar porque sentimos como estar em família e aquela piscina merece mais uns mergulhos! A simpatia dos donos é inexcedível. Localização excelente. Possibilidade de visitar os animais é uma mais valia. Piscina muito agradável.

Vera Gomes

TÂNIA FARIA

La zona de la piscina es espectacular y el ambiente relajado con poca gente. La amabilidad de los dueños, que también viven en la finca, nos hace sentir como en casa y los niños deambulan por la propiedad a gusto y nos sentimos relajados.

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VÍTOR SANTOS